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JORGE ELIECER GAITAN

“Hay que procurar que los ricos sean menos ricos y los pobres sean menos pobres”.

☭. Conozcamos la Historia ✍🏻📚☭


☭El 9 de abril de 1948 el pueblo colombiano fue testigo de un magnicidio que cambiaría su historia para siempre.


☭Jorge Eliécer Gaitán era asesinado en Bogotá, desencadenando una revuelta que expuso la lucha de clases en el país y la cruel represión del Estado colombiano Gaitán no moría solo, con él desaparecía la esperanza de una nación posible. Su sangre, derramada en plena calle, se esparciría como un río que bajó de las montañas y empapó la conciencia de los desposeídos. La tierra la bebió y en su seno creció la semilla de la rebelión. ☭☭


El Bogotazo no supuso simplemente una explosión de ira. Fue la manifestación de un pueblo harto de la oligarquía conservadora y liberal colombiana, de la violencia estatal y de la injerencia imperialista que controlaba el destino del país desde Washington.


Juan Roa Sierra, el supuesto asesino, no era más que una sombra en el gran teatro del poder y la lucha de clases. La burguesía y el imperialismo necesitaban un chivo expiatorio. Pero ¿quién disparó realmente? El capital, que no tolera redentores entre la clase trabajadora.

Gaitán no era solo un líder, era un espejo en el que el pueblo se veía por primera vez con dignidad. Un hombre con rostro indígena, con el verbo encendido, que les dijo a los  colombianos que realmente eran alguien. Por eso lo mataron.

Gaitán no era realmente un revolucionario marxista, pero su discurso confrontaba directamente a las élites y proponía justicia social para Colombia. Su asesinato fue un mensaje claro: cualquier amenaza al statu quo sería eliminada sin piedad.

Bogotá ardió con un fuego antiguo, un fuego que venía desde la Conquista. No eran solo edificios consumiéndose en llamas, era la historia de un pueblo traicionado que realmente quiso tomar el cielo por asalto y por un momento casi lo logró.

Mientras el pueblo se levantaba en armas contra la injusticia, el gobierno de Ospina Pérez desataba una brutal represión. No dudó en usar al Ejército y la Policía para aplastar el levantamiento, con miles de muertos y heridos como saldo en las calles colombianas. La violencia desatada aquel 9 de abril no fue un hecho aislado. Fue la chispa que encendió un conflicto de clases que ya ardía en los campos y ciudades colombianas, un conflicto entre el pueblo explotado y una oligarquía servil al imperialismo.


La OEA nació en ese fuego, no como un escudo para América Latina, sino como un látigo del imperio contra los pueblos. Washington necesitaba un instrumento para sofocar la insurrección de los condenados de la tierra. Así se aseguraba que no existiesen más Gaitanes en el futuro. El Frente Nacional fue la respuesta de la oligarquía al miedo que les dejó la respuesta popular durante el 9 de abril. Un pacto para excluir al pueblo, para cerrar el sistema y evitar que otro Gaitán pudiera volver. La democracia de unos pocos, sostenida con balas y censura.

Los periódicos liberales fueron censurados, las noticias manipuladas, los discursos de Gaitán borrados de la radio. Pero el pueblo no necesita archivos, porque su memoria se transmite en susurros, en canciones, en los muros de las ciudades Gaitán representaba algo más peligroso que cualquier guerrilla: la posibilidad del cambio por la vía democrática.


Su asesinato fue un mensaje: "Por las buenas, no se puede". El pueblo entendió y tomó las armas. Las guerrillas que surgieron después del Bogotazo fueron la respuesta de los sin tierra, de los sin pan, de los sin voz. No fue el comunismo, ni Moscú quienes las crearon, sino la misma injusticia que alimentó el fuego de abril.


☭Fidel Castro, testigo del Bogotazo, también aprendió la lección: al imperialismo no se le ruega, se le enfrenta. Años después, en la Sierra Maestra, recordó aquel abril y entendió que la revolución no se suplica, se ejerce con el apoyo del pueblo.


La CIA también tomó nota del Bogotazo y aprendió bien la lección. Décadas después, con el Plan Cóndor, aplicaría la misma receta en toda América Latina: eliminar a cualquiera que osara desafiar la dictadura del capital. La CIA tuvo un papel clave en la consolidación de la violencia en Colombia. Documentos desclasificados indican que Estados Unidos apoyó directamente la represión estatal y facilitó el entrenamiento de fuerzas militares para combatir cualquier amenaza al orden capitalista.

Los grupos paramilitares surgieron con el apoyo del Estado y los terratenientes para exterminar a los movimientos campesinos. Eran la prolongación del terror oligárquico iniciado con aquella Violencia.


Pero los ríos de sangre que corrieron desde el 9 de abril nunca llegaron a secarse, se convirtieron en cauces de lucha, caminos de resistencia y trincheras invisibles donde el pueblo sigue librando su batalla por la dignidad.


La historia y las lecciones del Bogotazo no han terminado. El imperialismo y la oligarquía creen que con sus balas pueden matar las ideas, pero las ideas de Gaitán, Bolívar, Manuel y de las luchas obreras, siguen germinando. Y cada vez que el pueblo se alza, Gaitán resucita☭

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