MARIA CANO
"Un mundo nuevo surge hoy de la epopeya de la libertad, nutrida con sangre, con llanto y con tortura. Es un deber responder al llamado de la Historia. Tenemos que hacer que Colombia responda. Cada vez son más amplios los horizontes de libertad, de justicia y de paz. Hoy como ayer, soy un soldado del mundo».
Un 26 de abril de 1967 murió María de los Ángeles Cano Márquez, conocida simplemente como María Cano, la primera mujer que lideró la lucha por los derechos civiles de la población colombiana y por las reivindicaciones de los trabajadores asalariados.
Nacida el 12 de agosto de 1887 en un hogar de 7 hermanos (dos de ellos murieron niños y otro al nacer), María Cano fue una mujer polivalente: benefactora, dirigente social, líder sindical, quien inició su actividad en el movimiento revolucionario de los trabajadores, después de la Revolución Rusa de 1917. Hizo parte de una generación de intelectuales y pensadores revolucionarios que le dieron vida al pensamiento socialista, herederos de las luchas por la democracia de los artesanos del siglo XIX.
La actividad cultural de la familia Cano Márquez hizo de su casa el sitio predilecto para el movimiento literario de los años veinte en Medellín, donde escribió sobre política y literatura en revistas y periódicos, e integró círculos intelectuales. Su padre, Rodolfo Cano, fue un librepensador, un intelectual que dedicó su vida al magisterio.
A su entorno familiar se acercaron personajes de la talla de Fidel Cano, tío de María, fundador de El Espectador y editor de otros periódicos locales: su sobrino, el escritor y cronista Luis Tejada; el poeta Abel Farina y el escritor Efe Gómez; su primo Tomás Uribe Márquez, líder social y político de la época y secretario general del Partido Socialista Revolucionario (PSR), grupo político que en 1926 ayudó a fundar María Cano.
La tarea social de María Cano incluyó en sus comienzos visitas a las casas de los obreros, donde ver a los niños desnutridos y a sus madres luchando en la miseria impactó profundamente su sensibilidad. Esa vinculación a labores benéficas, le brindarían la conciencia social y política para vincularse a las organizaciones obreras.
Junto con Margarita Cano y Alicia Adarve integró una junta asesora y unas comisiones de trabajo que se desplazaban por fábricas, talleres y cárceles, con el fin de recolectar información y apoyar su labor y la de los comités y comandos populares. Entonces dio un paso más: se transformó en luchadora. unto con Ignacio Torres Giraldo, Raúl Mahecha, Manuel Quintín Lame y Tomás Uribe Márquez, redactaron el programa político del Partido Socialista Revolucionario (PSR), cuyos ejes fueron la lucha de los obreros del mundo, el antiimperialismo y el rechazo a la venta de Panamá y a los enclaves norteamericanos en la explotación de oro, platino, banano y petróleo.
Sus ideales de justicia social la llevaron a participar en el Comité Central Pro-Presos Sociales y Políticos, y en los Comités de Lucha por las Libertades Públicas y los Derechos Humanos, y contra la Pena de Muerte.
Por su dedicación obtuvo el reconocimiento de obreros, artesanos y maestros de obra, quienes, el primero de mayo de 1925, en Medellín, la proclamaron la “Flor del trabajo”.
El papel de María Cano y sus compañeros fue decisivo para el país, pues con su oratoria en las plazas le hizo saber a los trabajadores lo que ocurría en el resto del país y el mundo. De esta forma apoyó el nacimiento de la clase trabajadora colombiana.
Quizá el nombre de María Cano no les diga mucho a las jóvenes de hoy, pero su legado como la mujer que “sembró” la rebeldía ha quedado indeleble.
"ellos se organizan para destruir nosotros nos organizamos para construir" Maria cano
"Mano pequeña, pequeñita, pero con ella puedo lanzar una bomba de dinamita". María Cano.
MARIA CANO